Lidiando con mi impostor en los Juegos de Rol

Lidiando con mi impostor en los Juegos de Rol

Cualquiera que me conozca sabe que soy una persona que tiendo a caer en el llamado Síndrome del Impostor. Aunque, en primer lugar, ¿qué es eso del Síndrome del impostor? Es ese estado psicológico en el cual la persona que lo sufre es incapaz de sentirse a la altura; se siente menos (inteligente, productivo, creativo, bueno, etc.) y teme a ser vista como un fraude

Para mi es bastante común sentirlo tanto en el trabajo, en mis relaciones personales y… en los juegos de rol, que es donde vamos a enfocar este artículo. Y es que, estos últimos meses he conseguido lidiar bastante bien con esta sensación, encontrándome mucho mejor conmigo misma. Es por ello que a continuación os comentaré alguna de esas pequeñas cosas que me ayudan a dejar de lado al impostor cuando me siento en una mesa de juego. 

Como siempre, pero haciendo aún más énfasis en este tipo de artículos, recordad que lo que cuento por aquí está basado en mis experiencias. No todo lo que a mi me funcione tiene que ayudar a los demás. Aún así, espero que os pueda servir de ayuda. 

BUSCA ESA (O ESAS MESAS) QUE SEAN CONFORTABLES PARA TI

Una mesa cómoda me parece uno de los puntos primordiales para ayudar a dar de lado al impostor. El grupo no tiene que ser tus mejores amigos de toda la vida (a veces los mejores amigos de toda la vida son geniales para tomarnos unas copas, pero tal vez no para jugar una partida de rol), si no gente con la que te sientas segura para poder comentar las inquietudes que hubiera y que te hacen sentir que formas parte de esa partida y que tus aportaciones no molestan.

Recuerda que las personas o mesas que para mí son confortables no significa que sean cómodas para el resto de personas. 

CONVERSACIONES PRE Y POST PARTIDA

Aquí no me refiero solo a dinámicas como Estrellas y deseos, para dar y recibir feedback o a hablar de la partida (que también puede ser). Si no al hecho de conversar de cualquier tema o simplemente preguntar qué tal fue la semana. Hablar de nosotros mismos ayuda mucho a sentir que estamos en esa partida no solo porque les gusta tu forma de rolear (que también), si no también porque les agradas como persona. El ver esa implicación, personalmente me ayuda a sentir que estoy en un entorno seguro donde puedo hablar con comodidad de cualquier cosa, incluido como me estoy sintiendo respecto a la partida.  

BROMEA Y HABLA CON TUS COMPAÑEROS. SÍ, TAMBIÉN DURANTE LA PARTIDA

No, no os digo que cortéis la narración de la partida para meter un chascarrillo (Por favor, no hagáis esto). Si no el ser capaz de reírte de ti mismo en el caso de que, por ejemplo, te confundas en una palabra que ibas a decir o no te salga la misma. O usar el chat de partida en algunos momentos para recalcar los momentos que te gustan de tus compañeros o comentar las escenas que van ocurriendo. Esto me ha ayudado mucho a conseguir un ambiente divertido y de confianza con la mesa, además del sentimiento de ver que el grupo se siente interesado con las escenas que se están jugando, aunque en ese momento no estén participando activamente en ellas. 

NO ERES LA ÚNICA PERSONA DE TU MESA QUE PUEDE SENTIR EL IMPOSTOR

Al igual que tú, tus compañeros de mesa también pueden sufrir el impostor de forma más o menos frecuente. En este punto simplemente diré un sé amable, apoya a las personas con las que juegas, ayúdales a sentirse lo más a gusto posible y disfruta de sus momentos durante la partida. Al igual que las buenas palabras y acciones de tu mesa te reconfortan a ti, las tuyas también pueden ayudar a quienes juegan contigo. Así que nunca está de más hablar con tu mesa, valorar lo que te gusta de tus compañeros y mostrar apoyo cuando lo necesiten. 

NO TE FUSTIGUES POR TENER UN DÍA MALO 

Hay días mejores y peores. Hay días que estamos más espesos o que simplemente las cosas no salen como nos gustaría. Nos puede pasar en cualquier ámbito. Sí, también en el rol. A veces es muy difícil no llevarse esos pensamientos y pueden generar una angustia aún mayor. Para mi este punto es el más difícil de aplicar, pero a lo largo de estos años he aprendido que no siempre tenemos que ser excepcionales en las cosas que hacemos o que nos gustan y que lo principal del rol es que toda la mesa se divierta.